APARIENCIAS

Nunca he tenido la obsesión de cuidar mi apariencia. Por lo general procuro estar presentable, al menos decente. Para ser sincero, me basta con estar cómodo. Puedo pasar varios meses sin ir al peluquero y sin tocar un rastrillo hasta que la cantidad de pelos se vuelven incómodos (y ridículos). Sólo entonces, y a regañadientes, me veo obligado a prestar atención a mi imagen. Luego me divierten los comentarios de la gente diciéndo que  me veo mejor, más profesional, que hasta parezco otro… blah blah blah. Y lo mismo pasa con mis jeans despintados, con mis botas horrendas etc… já.
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Sigo siendo el mismo, sigo teniendo el mismo carácter, las mismas creencias, los mismos errores, los mismos aciertos. Sigo siendo yo. Pero la gente se fija más en las apariencias.
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El otro día lo explicaba así:
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En una fiesta de cumpleaños me pareció buena idea invertir en un regalo de más calidad, dedicarle más tiempo en encontrar algo idóneo, algo útil, que sea un regalo duradero. Y en cambio propuse ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero si la envoltura la haciamos con algo distinto -y original- como por ejemplo: papel periódico!!
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Y la respuesta fué: Pero si le vamos a poner un moño bonito, ¿verdad?
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Plop!!
Mejor vamos a invertir en un par de cervezas.
Nos vemos… Quien me invita a una posada??